Museo Arqueológico y Antropológico “Dr. Eduardo Casanova”

El Museo Arqueológico “Dr. Eduardo Casanova” ofrece una visión integradora del pasado de la región andina del NOA a través de la cultura material de las sociedades que habitaron este territorio en tiempos prehispánicos. Asimismo, desde una mirada antropológica, se abordan algunas problemáticas sociales actuales y ocurridas a mediados del S. XX en el Noroeste Argentino.

Una de las principales finalidades de este museo es compartir con la comunidad los resultados de las investigaciones desarrolladas en el Instituto Interdisciplinario Tilcara con el propósito de contribuir al conocimiento del pasado y promover la revalorización cultural del patrimonio local.

Fue fundado en 1968. 

Hacia fines del siglo XIX, al fundarse la Facultad de Filosofía y Letras, se reabre en el país un fuerte debate que aún nos concierne. Las discusiones acerca de la identidad nacional, del pasado prehispánico y de las influencias culturales europeas en el período de mayor impacto inmigratorio, tuvieron para la época un relieve y una intensidad de la que no estuvo exenta la Facultad. Las tensiones entre universalismo y localismo, las viejas controversias acerca de la civilización del progreso y las formas culturales nativas adquirieron nueva dimensión y estatuto. Desde la Universidad de Buenos Aires –esa cabeza de Goliat según la conocida metáfora de Ezequiel Martínez Estrada, que subraya el centralismo y la hegemonía porteñas–  surgieron voces y construcciones que comprendieron el límite de esa larga querella. Juan Bautista Ambrosetti, sus discípulos y más tarde Ricardo Rojas, entre otros, subrayaron la necesidad de estudiar y recuperar las fuentes del pasado prehispánico como un modo de intervenir en esos debates acerca de la Nación. 

La Facultad de Filosofía y Letras es contemporánea de las corrientes, que desde diversas perspectivas, ahondaron en los estudios de las culturas nativas, en la sistematización de las tradiciones folklóricas y en la investigación de las culturas precolombinas. La producción científica como la custodia patrimonial de los Museos de la Facultad fueron momentos decisivos en el despliegue de esas controversias. 

 

 A partir de entonces, todavía muy próxima la tragedia histórica del genocidio roquista, la arqueología y los estudios históricos fueron transformando la visión del mundo prehispánico como pasado muerto –testimonio del cual eran los hallazgos, clasificación y exhibición de piezas concebidas como objetos inertes, destinados exclusivamente a la ciencia– hasta reconocerse, ya sobre la década del '70, en la vitalidad y vigencia de las culturas nativas, en la persistencia de sus lenguas, de sus hábitos y costumbres culturales.    

 

A 120 años de su creación, la Facultad de Filosofía y Letras aspira a profundizar el sentido de su presencia en  la zona de Tilcara con un proyecto universitario de vinculación territorial, que valora  el legado de los nombres y esfuerzos pioneros en su campo, tanto como la compleja contemporaneidad de los pueblos originarios y el avance de los trabajos actuales de investigación. Pensamos en un Museo que intensifique el diálogo entre el pasado y el presente, entre la academia y la experiencia de los visitantes, entre generaciones, entre sus trabajadores y trabajadoras. En esa dirección, nos honra dar inicio a esta primera etapa de puesta en valor y modernización del Museo Arqueológico y antropológico “Dr. Eduado  Casanova” del Centro Universitario de Tilcara.

 

Graciela Morgade - Decana

Américo Crisfófalo - Vicedecano

 

 Proyecto de puesta en valor  Integral del complejo museístico  del Centro Universitario Tilcara. 

 

Nueva museografía, 1° etapa

 

En el marco de los 120 años de la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se inicia la elaboración de un proyecto integral de puesta en valor y reconfiguración general del complejo museístico del Centro Universitario Tilcara, integrado por el Museo Arqueológico, el Museo de Sitio: Pucará de Tilcara y el Jardín Botánico de altura.

 

La propuesta contempla la restauración y refuncionalización arquitectónica de la casona del museo y de los demás espacios que conforman el conjunto, una imagen institucional unificada, una nueva museografía que actualiza e incluye tecnologías adecuadas para exhibir las colecciones de un modo claro y didáctico; por último, un nuevo guion museológico que permitirá incorporar las perspectivas científicas desarrolladas en los últimos años.

 

Así, objetos arqueológicos y etnográficos, espacios restaurados, paisajes y narrativas culturales se conjugan en una propuesta que brinda información y conocimiento acumulados durante años de investigación y trabajo producido por la Facultad de Filosofía y Letras en el noroeste argentino.

En esta etapa se exhibe una selección de numerosas y significativas piezas de las colecciones del Museo, presentadas con estas nuevas perspectivas.

 

SALA 1 

Facultad de Filosofía y Letras - UBA. 100 años en la Quebrada de Humahuaca. 

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires se funda en 1896. Pocos años después se despierta el interés de algunos profesores por profundizar el conocimiento del Noroeste argentino. 

Juan B. Ambrosetti, fundador del Museo Etnográfico de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, inicia en 1908 las excavaciones del poblado prehispánico conocido como Pucará de Tilcara. Estos trabajos estuvieron orientados a la recuperación de un importante número de objetos en metal, cuero, hueso, cerámica y piedra que se integraron al acervo de los museos nacionales, permitieron caracterizar las culturas prehispánicas del NOA.

En 1910, Ambrosetti por iniciativa de su discípulo Salvador Debenedetti, emprende tareas de restauración en el Pucará de Tilcara. Se consolidan muros de varios recintos y tumbas y especialmente los de una imponente estructura que perteneció a un centro ceremonial incaico.

Décadas más tarde, el profesor Eduardo Casanova retoma los trabajos iniciados por sus maestros. Con el objeto de conformar un museo de sitio y convertirlo en un espacio de promoción cultural, educativo y turístico, organiza tareas de reconstrucción de viviendas, patios, tumbas, senderos y corrales en el Pucará.

El 27 de agosto de 1948 por efecto de la ley 1903 la legislatura de Jujuy otorga a la Universidad de Buenos Aires la custodia y administración de las tierras del Pucará de Tilcara y de algunas parcelas vecinas.

En 1968, con apoyo de los gobiernos provincial y nacional se inaugura el Museo Regional de Arqueología. Este Museo por varias décadas fue uno de los más importantes y modernos en la región. 

En 1974 la ciudad de Tilcara es declarada “Capital Arqueológica”. En esa década se crea un centro de estudios orientado al conocimiento de las prácticas culturales de la Quebrada de Humahuaca y de la región Puna de Jujuy.  En 2003 la Quebrada de Humahuaca fue declarada por UNESCO ¨Patrimonio Mundial de la Humanidad¨. Este conjunto de acciones promovieron la protección cultural y el desarrollo turístico y económico de la región.  

A 120 años de la fundación de la Facultad de Filosofía y Letras, el Centro Universitario Tilcara continúa el desarrollo de las investigaciones regionales, atento a la inclusión y a la pluralidad de voces que dan cuenta del pasado y la realidad local.

 

SALA 2

Las colecciones del Museo Arqueológico

El acervo del Museo Arqueológico “Eduardo Casanova” es resultado de los trabajos de excavación y rescate llevados a cabo principalmente por docentes e investigadores de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA durante más de un siglo en distintas regiones delNoroeste Argentino(NOA).

Las primeras colecciones registradas y ordenadas provienen de las campañas que J. B. Ambrosetti y S. Debenedetti realizaron entre 1908 y 1910 y entre 1928 y 1929 en el Pucará de Tilcara. Desde entonces y hasta la inauguración del Museo en 1968, permanecieron en custodia del Museo Etnográfico de Buenos Aires, donde  fueron clasificadas y estudiadas. En su mayor parte están constituidas por piezas de cerámica de formas y tipologías variadas, collares de cuentas de diversos minerales de cobre, lentejuelas para coser sobre los vestidos, pendientes de alabastro, herramientasutensilios de piedra y metal y tabletas rituales para la ingesta de alucinógenos que aparecen en contextos mortuorios. 

Entre los objetos recuperados durante estas primeras excavaciones vale destacar la figura de un sapo modelado en cerámica encontrado en un edificio  centro ceremonial incaico del Pucará; es una pieza única en la región, usada probablemente en ritualidades vinculadas con el culto a de los ancestros, la fertilidad y el sol. 

El acervo continuó acrecentándose como producto de sucesivas campañas en distintos sitios de la región y por medio de intercambios con entre el Museo Etnográfico de Buenos Aires y museos de Chile, Bolivia y Perú. De esos canjes procede por ejemplo un casco de madera y cuero recubierto en lana y adornado con plumas de distintas aves. Se trata de una pieza relevante por su estado de conservación y por su carácter único, que permite conocer parte de definir la indumentaria de los grupos prehispánicos del norte de Chile.  

De la costa norte del actual Perú provienen Como también relevante son las piezas de cerámicas Moche de la costa norte del actual Perú, que corresponden al primer milenio de nuestra era y se destacan por el refinamiento en el grado de realismo de las representaciones humanas y de animales. Muchas de estas figuras, conocidas como huaco vasos retratos, expresan posiblemente imágenes míticas de la cosmovisión mochica. 

 

 

De las 3.000 primeras piezas con las que se fundó el Museo, y tras adquisiciones, recuperaciones y , hallazgos, el museo cuenta hoy con un acervo que supera  las 4.700 piezas arqueológicas, etnográficas y folklóricas. 

El Museo Arqueológico y el junto al Pucará de Tilcara forman parte hoy del Centro Universitario Tilcara de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, donde se cumplen tareas de custodia y conservación del patrimonio, de producción de conocimiento arqueológico y etnográfico, y se promueve el desarrollo del turismo cultural sustentable yasí comoy la participación local dirigida a cubrir demandas socioculturales de la región. 

 

 

SALA 3

 

Habitar la Quebrada: Diez mil años de Historia

 

La exposición “Habitar la Quebrada: 10.000 años de Historia” refleja un proceso que se remonta a las primeras ocupaciones prehispánicas registradas en la Quebrada de Humahuaca.

La muestra realiza un recorrido general por esos diez mil años que se inicia con los primeros grupos de cazadores recolectores que habitaron en la región, continuando con la conformación de las primeras aldeas, los procesos de desarrollos regionales y la ocupación inca del territorio quebradeño.

Luego la muestra enfatiza diversos aspectos de la vida en el Pucará de Tilcara, como las prácticas cotidianas, los tipos de intercambio y las formas de ritualidad.

 

  

Ubicación de la Quebrada de Humahuaca

 

La Quebrada de Humahuaca, ubicada en el sector central de la provincia de Jujuy, posee una extensión aproximada de 140 kilómetros. El Río Grande la recorre longitudinalmente de norte a sur, recibiendo aportes procedentes de las quebradas tributarias durante las épocas de mayores precipitaciones que se producen entre los meses de octubre y marzo. La Quebrada está delimitada hacia el oriente por los valles húmedos y hacia el occidente por la región árida de la puna.

 

 

SALA 4

Los primeros habitantes de la Quebrada de Humahuaca

 

El modo de vida los primeros grupos humanos que habitaron la Quebrada de Humahuaca hace más de 10.000 años se basaba en la caza y la recolección. Cazaban vicuñas, guanacos, roedores y venados de los cuales extraían carne, grasa, cuero, lana y huesos. También aprovechaban recursos vegetales como la raíz de soldaque, semillas de algarrobo y frutos de cardón o pasacana.

Habitaban en cuevas y aleros donde desarrollaban distintas actividades, desde la fabricación de herramientas hasta la realización de pinturas rupestres en las paredes y techos de estos abrigos rocosos.

La variedad de materiales documentados demuestra que estos grupos tenían un conocimiento muy preciso del territorio que habitaban.

 

 

Domesticación de plantas y animales

Hace más de 2000 a.C. comenzaron una serie de cambios decisivos en los modos de vida de las personas que habitaron la Quebrada, que afectaron las formas de subsistencia y de residencia. Estas transformaciones incluyeron el proceso de domesticación de especies animales y vegetales, y la aparición de nuevas tecnologías como la alfarería y la metalurgia.

 

La creación de las primeras aldeas con casas de piedra y techos de paja y barro, junto con los sembradíos y corrales para los animales, produjo una nueva manera de habitar y un notable cambio en el paisaje.

 

 

SALA 6

Las formas de asentamiento en la Quebrada

 

A partir del año 1000 d.C. se registra una expansión de los poblados. Las áreas productivas se extienden y se ubican en zonas cada vez más alejadas de los lugares de residencia. También se intensifica el intercambio de productos con regiones distantes, como los valles bajos, la Puna, el desierto de Atacama e incluso la costa del océano Pacífico.

 

                                       

 

 

Después del año 1300 d.C. se modifican los patrones de asentamiento. Las personas se desplazan a lugares elevados emplazados en las cimas de los cerros o mesetas, de difícil acceso y con amplia visibilidad del entorno denominados pukaras. En estos asentamientos, el espacio se estructura de una forma diferente. Se definen lugares públicos como plazas y se trazan senderos para conectar los distintos sectores del poblado.

 

La expansión del imperio Incaico

En los inicios del Siglo XV la Quebrada de Humahuaca es incorporada al Tawantinsuyu (imperio Incaico), lo que produce modificaciones en el estilo de vida de los pobladores locales.

Como consecuencia de las políticas que los incas aplican en su expansión, los habitantes de la región comienzan a pagar tributo en trabajo (mita). En el marco de estas  prácticas  algunos grupos son trasladados hacia otros sectores de la quebrada para desempeñarse como artesanos especializados o agricultores (mitimaes). Estos traslados producen variaciones en los patrones de asentamiento debido a la reubicación y concentración de las comunidades locales.

La extracción de recursos productivos en el marco de la economía inca, implicó la ampliación de los campos de cultivo y la extensión de de las redes de caminos que formaban parte del Qhapac Ñan (Camino del Inca).

 

SALA 7

 

El Pucará de Tilcara

El Pucará de Tilcara fue el poblado prehispánico de mayor extensión de la Quebrada de Humahuaca, junto con La Huerta y Los Amarillos. Si bien inicialmente fue definido como pukara (fortaleza), se trata de un asentamiento urbanizado de altura, que a diferencia de otros pucarás de los Andes meridionales no presenta rasgos arquitectónicos defensivos. Su ubicación fue estratégica ya que no sólo se encuentra junto a un curso de agua permanente, sino que está próximo a extensos campos agrícolas y con acceso a importantes recursos minerales.

 

Los inicios de su ocupación se remontan al 1200 d.C. La población que ocupó la zona, formaba parte de los tilcaras, una de las parcialidades políticas y étnicas del sector central de la Quebrada de Humahuaca.

A partir del 1400 d.C., con la dominación incaica, se produce una gran transformación del poblado. Parte de sus estructuras se remodelan y se construyen otras para nuevos fines. Su traza edilicia se amplía hasta alcanzar 17,5 has de superficie.

 

El espacio urbano estaba organizado en conjuntos de viviendas similares a barrios, con un trazado de vías de circulación y plazas. Fuera del área residencial se ubicaban los basureros y cementerios.

Los trabajos arqueológicos permitieron identificar más de cincuenta talleres dedicados a la producción especializada de bienes suntuarios en metal y piedra. Se detectaron también edificios destinados a prácticas rituales y viviendas asociadas a la elite incaica, encargada de controlar las actividades de producción y distribución, e incluso el traslado de mitimaes (grupos de trabajadores especializados).

El Pucará de Tilcara se destacó dentro del Tawantinsuyu como un importante enclave a nivel regional, llegando a constituirse como la capital de una de las principales provincias (wamani) en el Collasuyu.

 

 

 

 

Te contamos que el valor de la entrada es solo  valida para ingresar al Museo Arqueológico Dr Eduardo Casanova. Desde el 1 de Marzo habrá una modificación en el costo de la entrada.

Al Museo solo pueden ingresar un máximo de 30 personas.

El costo de la entrada Res. (D) 127/23  

  • Entrada general: $500
  • Entrada residentes argentinos: $400
  • Jubilados y delegaciones estudiantiles (grupos con mas de 10 estudiantes): $200
  • Niños y niñas de hasta 12 años, residentes de la provincia de Jujuy y docentes, nodocentes y estudiantes de UBA: entrada libre y gratuita exhibiendo acreditación y DNI.

Los días que te esperamos

Martes, Miércoles, Jueves, Viernes; Sábados y Domingo -  Horarios entre las 9:00hs. y 18.30hs. 

Lunes : cerrados

 

Información Dirección: Belgrano 445

Teléfono/fax:  54 (0388) 4955 0768 - 4955006

Correo electrónico : tilcara.comunicacion@filo.uba.ar  

Horarios de atención: martes a domingos de 9.00hs. a 18.30hs.

 

 

 

 

NOTA IMPORTANTE: El Museo Arqueológico de Tilcara permanecerá abierto como todos las sedes de UBA pero esta apertura estará sugeta a la evoución de las condiciones sanitarias.